Antes de empezar a leer te invito a que pienses por un momento las sensaciones que tienes al entrar en tu casa ¿Agradable? ¿Abierta a los demás? ¿Indiferente?
Tu casa y tú, mantenéis una estrecha relación y es primordial que sea armónica para que la disfrutes.
Esto es algo a lo que no se suele dar mucha importancia, pero te aseguro que la tiene.
Ya sabes que tus pensamientos crean tu realidad y si algo que ves fuera de ti no te gusta tienes que cambiarlo primero dentro de ti.
W. Dyer decía …. “Cuando cambias la manera de mirar las cosas, las cosas que miras cambian”
En ocasiones el entorno en el que vives no es el más adecuado y es necesario sanarlo para que tu vida mejore.
Da igual si tu casa es en propiedad o en alquiler, si pasas muchas o pocas horas en ella, pero sí que es muy importante para tu salud y bienestar que esté en las mejores condiciones energéticas posibles.
¿Qué significa esto?
Que hay una serie de factores a tener en cuenta para que eso ocurra.
Por un lado, están los factores externos: tu casa, el terreno en que está construida, el barrio y la ciudad en la que está, la orientación, … todo tiene su propia energía y todo está influyendo sobre ti.
Por otro, están los factores internos: tu propia energía. Pero como no vives solo en una isla, sino que interactúas con personas con las que hablas, compartes o simplemente coincides cuando estás en el bus o cuando haces la compra, por ponerte algunos ejemplos; parte de la energía de los demás la «llevas contigo» (energéticamente hablando) cuando llegas a casa.
Cuanto más positivo sea lo que sientas al entrar en casa, más podrás relajarte y mejor estarás.
Recuerda que tu sentir y tu pensar impregnan tu hogar, y la relación que tengas con todo lo que hay dentro (de tu hogar) dice mucho sobre ti y de tus pensamientos y actitudes ante la vida.
¿Sabías que existe una estrecha relación entre tener ordenada tu casa y tener ordenada tu mente?
Independientemente del espacio que dispongas procura que esté despejado y ordenado.
Esto es sumamente importante, porque tu hogar es el sitio donde conectar contigo mismo para reponer fuerzas.
Y además porque si está ordenado supone que tienes tiempo para ti en lugar de dedicarlo a recoger.
Tener muchas cosas o pocas se pone en evidencia cuando te toca hacer mudanza. Es sorprendente la cantidad de cosas que tenías, no usabas, no necesitabas y quizás ni te acordabas.
Así que es más que recomendable tener espacios limpios de objetos o muebles ya que los espacios interiores, al igual que las personas, tienen su propia energía y necesitan respirar.
Los momentos del año que a mí más me gustan para hacer una limpieza a fondo y que recomiendo siempre son los cambios de estación.
Son ideales para deshacerte de cosas que no has utilizado, que sabes que no vas a utilizar en la próxima estación, que están obsoletas, o simplemente que ya no te gustan.
¿Por dónde empezar?
Para Marie Kondo la organización empieza por la eliminación.
Muchas de las personas que se quejan de falta de armarios tienen espacio de sobra, el problema es simplemente que acumulan demasiadas cosas (en el armario y quizás también en el alma).
Yo te recomiendo que comiences por lo más fácil, por ejemplo, la ropa. Vacía primero los armarios o muebles donde la tienes guardada, de esta manera visualizas toda la que tienes.
¿Y ahora… qué hago?
Habrá prendas que tengas muy claro de cuales quieres deshacerte y de cuáles no.
Pero habrá otras que las tienes «por si acaso». Por si acaso la necesitas, por si acaso un día la puedes combinar, por si acaso la prestas, por si acaso, … ¿Qué hacer? Difícil decisión.
Si no sabes qué hacer, mi recomendación es… tomate unos segundos, cierra los ojos y respira un par de veces profundamente. Pon una mano en tu corazón y con la otra coge la prenda o el objeto en la mano. Si una sensación de alegría inunda tu cuerpo, si sientes que te hace feliz, entonces quédatelo.
En caso contrario, deséchalo, suéltalo, dónalo a una ONG o a alguien que sepas que le pueda hacer falta.
¿Por qué es tan importante deshacerte de todo eso?
Porque cuando te desprendes de algo que no te sirve haces «un acto de psicomagia» (como diría A. Jodorowsky)
Soltar implica ejercer tu propio poder y deshacerte de relaciones, recuerdos, actividades, … que no te aportan nada y que de alguna manera te impiden expresar, sentir y hacer todo lo que realmente te apetece.
Así que te animo desde aquí a que te pongas a ello y no lo dejes para más tarde. ¡Disfruta tu vida!
¡Ah! Y cuando hayas terminado con la ropa continúa con el resto: la cocina, cuarto de baño, el despacho, y por supuesto, no dejes los libros, CD’s, apuntes, … Todo es motivo de limpieza y ordenación.
Conservar objetos que no usas o no te gustan, que tienes porque te pareció bonito en su día pero ya no, que te lo regalaron y nunca te gustó o que te tocó en un sorteo, no es otra cosa que aferrarte al pasado.
Soltar el pasado no es olvidarlo.
[bctt tweet=»Soltar implica algo maravilloso: vivir tu Presente» username=»esenciasparalma»]
La vida es para vivirla plenamente. Cuanto más ligero de equipaje (objetos, recuerdos, comportamientos, amistades, …) más fácil es caminar.
Desapegarte te dará plenitud y felicidad y podrás dedicar tu valioso y precioso tiempo a disfrutar de lo que más te guste.
Lo más importante que vivas siempre lo llevarás en tu corazón.
¡Feliz limpieza!
Y si necesitas llevar a cabo un plan de ordenación y no sabes por dónde empezar contacta conmigo, estaré encantada de ayudarte.