La inteligencia artificial puede ser una gran herramienta para nuestro crecimiento, si la usamos con conciencia. Sin embargo, en el mundo del desarrollo espiritual, también puede reforzar creencias que nos separan de los demás. Las redes sociales, los algoritmos y ciertas apps de autoayuda suelen mostrarte contenido que encaja con lo que ya piensas. Y si crees que estás en un nivel espiritual “superior”, podrías recibir más y más mensajes que alimenten esa visión.

La glándula pineal no se activa para aislarnos ni para alimentar la sensación de estar por encima. Se activa para ampliar la mirada, para ir más allá de las apariencias, para integrar y abrazar la unidad.

Cuando una herramienta, por más avanzada que sea, te reafirma constantemente que “tú ya estás despierto” y que “los demás no entienden”, puede estar alejándote del verdadero despertar: aquel que une, que incluye, que nos hace más humildes, presentes y humanos.

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