Si nunca te has planteado la pregunta de si tu casa está sana te voy a dar cinco pistas para que puedas averiguarlo.
¿Tienes un buen descanso? ¿Te cuesta conciliar el sueño? ¿Estás todo el día cansado? ¿Tienes dolores de cabeza y no se acaban de irse?
Las respuestas a estas preguntas y otras parecidas pueden estar en tu propia casa.
En el post anterior te hablaba de la importancia de que tengas espacios abiertos, diáfanos, limpios y ordenados para que a nivel energético tu mente se centre en lo esencial y lo nuevo pueda tener cabida.
Pero a veces los problemas que te puede provocar el entorno no vienen solo de la falta de orden o de acumulación de cosas.
En ocasiones me encuentro casos de personas que aun estando bien y sin problemas en el orden de la casa o en su fuero interno, no son capaces de conciliar profundamente el sueño, viven cansadas, les falta concentración o están tristes, y no entienden por qué.
Han pasado más de 2000 años desde que Hipócrates, al que se le considera el padre de la medicina, enseñaba la influencia del entorno sobre la salud.
En todos los continentes, culturas y religiones se han tenido conocimiento de las energías emergentes de la Tierra y se han usado para construirse lugares de culto. Dólmenes, menhires, catedrales, iglesias o emplazamientos megalíticos son la manifestación del conocimiento de las mismas, y sirven para canalizar de forma positiva las energías telúricas.
Actualmente la geobiología estudia las relaciones del ser humano con el hábitat y sus implicaciones en la salud.
En un buen número de casos, los problemas de conciliar el sueño, moverse constantemente durante la noche o tener pesadillas, sudores o frío súbito, bebés que por la mañana aparecen en la cama con la posición al revés, despertarse entre las 02:00 y las 04:00 de la madrugada (horas de máxima radiación terrestre), etc, .… son síntomas que pueden hacer pensar que se está descansando en una zona de fuerte radiación telúrica.
Además, según los estudios realizados si dicha radiación es muy intensa puede causar problemas de salud al cabo de entre dos y cinco años.
¿Cuáles son los fenómenos patógenos que pueden influirte?
- Telurismo: Todo aquello que está bajo tus pies y se mueve o está roto te afecta.
Es decir, todos los fenómenos que fracturan o alteran el subsuelo de las casas son patógenos en alguna medida, especialmente si se trata de agua subterránea.
Además, puede haber fallas geológicas, rocas y betas patógenas, radioactividad o yacimientos embolsados de agua gas u otros elementos.
- Contaminación por redes planetarias: Las redes de Hartmann o las de Curry producen afectaciones de todo tipo y son más intensas cuando ambas se cruzan.
Si debajo de tu cama se producen varios de estos cruces de redes es casi seguro que esa alteración afectará a tu cuerpo y tendrás dificultades para descansar y dormir.
También se pueden dar afectaciones sónicas o afectaciones geométricas o de ondas de forma que provienen de los volúmenes que nos rodean.
- Magnetismo: este es un fenómeno natural puramente energético, muy distinto del anterior pues no dispone de soporte físico alguno.
Aunque no es muy frecuente hay lugares que contienen una doble polaridad magnética que pueden provocar patogenias importantes en nuestras casas.
- Electromagnetismo: Mucho se ha hablado de la contaminación electromagnética y de la influencia negativa de múltiples aparatos eléctricos sobre ti.
Son aparatos electrodomésticos, antenas, instalaciones, transformadores, electricidad estática, wifi, etc…
- Espirituales: Una casa puede quedarse impregnada de energías que no pertenecen a sus habitantes. Unas cuantas visitas pueden dejar sus energías de miedo, temores, culpas, … sin que te des cuenta.
Además, hay veces que estos fenómenos patógenos se concentran en zonas u objetos peculiares que puedas tener en casa. Tal vez ese recuerdo que compraste en aquel viaje exótico que te gustó mucho no tenía una energía adecuada a la tuya.
Atendí una vez a unos propietarios de una casa con muchos problemas que se solucionaron al tirar un cuadro y algún que otro objeto heredado, porque tenían una carga negativa tan fuerte que afectaban a sus habitantes.
Otras veces, el edificio donde se construyó la casa está en un terreno con energías de dolor por acontecimientos que tuvieron lugar en un pasado lejano y que siguen ahí manifestándose porque nadie lo ha sanado.
He tenido más de un caso en que al haber realizado estas sanaciones sus propietarios han podido vender la casa después de años intentándolo sin éxito.
Entonces… ¿Hay solución?
La buena noticia es que sí. Por un lado, con la confección de un estudio donde se analicen si hay líneas de Curry, de Hartmann o ambas, por donde pasan y que habitaciones de la casa afectan. Y por otro con una sanación a nivel espiritual. A partir de ahí podrás llevar a cabo las medidas necesarias para subsanar aquello que no está beneficiándote ni física ni emocionalmente.
Si crees que algo de esto puede estar afectándote, si sientes que hay algo que no funciona, pero no sabes qué, si no entiendes por qué tu negocio no acaba de arrancar a pesar de la energía que estás poniendo, … tal vez es el momento de llevar a cabo otro tipo de “limpieza»
Y si te surge alguna duda estaré encantada de poder ayudarte.